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martes, 3 de diciembre de 2024

Los molinos del Nansa, 7. Los ríos Tanea y Lamasón.

   Los ríos Tanea y Lamasón tienen su cabecera en la sierra de Peña Sagra, y buena parte de su recorrido transcurre en despoblado. Solo al llegar a Quintanilla empezamos a encontrar molinos, o restos de ellos; y después, en Cires, Río y Sobrelapeña. Dejamos por ahora los molinos de La Fuente, que merecen un capítulo aparte, que será el próximo.


  Aguas arriba de Quintanilla, en la orilla izquierda del Tanea, puede verse este antiguo molino. A la derecha del edificio del molino podemos ver una larga antepara.


  El edificio del molino está bastante ruinoso. Vemos aquí su frente, con el arco del cárcavo.


  El bello arco del cárcavo, muy rústico, está construido con piedras sin desbastar.


  Ya dentro del pueblo, en la margen derecha del Tanea, encontramos esta curiosa antepara poligonal, construida con buena piedra de sillería. El agua llegaba por el canal que aún puede verse a la izquierda, y los escasos restos del molino están a la derecha. 
  Nos dicen los vecinos que cerca hubo otro molino que se llevó la riada, y del que no quedan restos.


  Aguas abajo, y junto a un alojamiento rural ("El Molinu"), este pequeño edificio fue un molino de dos ruedas. Se le conoce como "molino de Villamolinu", o "el molino de Joaquina", por el nombre de su actual propietaria, hija del último molinero.


  La antepara, cuidadosamente conservada, forma parte del jardín del establecimiento rural. La tronera que puede verse al fondo servía el agua a los dos saetillos del molino.


  El agua llegaba desde la presa por una larga calcera, parte de la cual podemos ver en la foto.


  En el frente del molino puede verse el cárcavo. Su amplia boca está adintelada con una gruesa viga. No están los rodeznos ni los demás mecanismos.


  Nos dice Joaquina que dentro del molino, que utiliza como leñera, se conservan las ruedas. Hay también dos ruedas volanderas convertidas en mesas de jardín; y otra más, que nos dice Joaquina que no llegó a usarse, y que tiene nadrija en herradura, es decir, relativamente moderna. En la fotografía vemos los dos saetillos, que han sido desmontados de su lugar en el cárcavo; son de hierro fundido,  con tapas de lo mismo.


  En la decoración del alojamiento rural hay también recuerdos del molino; por ejemplo, dos cítolas con muestras evidentes de uso, y una paleta para la harina.   Hay más información sobre este molino en https://www.valledelnansa.org/pdi/molino-de-villamolinu


  Justo antes de entrar en Cires, junto a la carretera, una piedra de molino está siendo utilizada para armar un muro. Y junto al río de La Fuente y cubierto de zarzales, en algún lugar que no hemos podido localizar, nos dicen los vecinos que están los restos de un molino.


  Aguas abajo, entre Cires y Río, ya en tierras de éste último pueblo, está este antiguo molino, ahora convertido en cabaña para el ganado. En la foto puede apreciarse, a la izquierda, el canal de desagüe. La calcera ha sido allanada, aunque sobre el terreno puede distinguirse, no sin dificultad, parte de su recorrido.


  Una parte de la pared trasera del molino que al parecer ha sido reconstruida, o, tal vez, reforzada, se apoya sobre el dintel de la entrada de agua. La antepara, si es que existió, ya no es reconocible.


  La boca del antiguo cárcavo, ahora cegada, está adintelada con una viga.


  Aunque el aspecto actual no se diferencia mucho del de cualquier cabaña ganadera, los detalles delatan su pasado como molino.


  Aguas abajo, y ya casi entrando en el pueblo de Río, se encuentra el Molino de la Llosa, con un aspecto muy distinto del anterior.


Es un edificio sólido, cuyas paredes han resistido bien el paso del tiempo. Sobre el dintel todavía se perciben las líneas maestras por las que, en su día, se guió el cantero para grabar la fecha.


  El cárcavo se abre por un bello y sólido arco de medio punto.


  Al fondo del cárcavo, una sola tronera nos indica que en su día fue un molino de una rueda.


  La pequeña sala de molienda está muy desastrada; ya no están las piedras. Se conserva el arnero, y al fondo de la foto puede verse la cabria, desmontada. Hay más información sobre este molino en https://www.valledelnansa.org/pdi/molino-de-la-llosa-de-r%C3%ADo


  En Sobrelapeña, casi en la confluencia del río de La Fuente con el Tanea o Lamasón, encontramos este antiguo molinuco, seguramente de una sola rueda.


  Desde el interior vemos el arco del cárcavo, muy pequeño y hecho con piedras grandes, sin desbastar.


  No es raro ver una cruz en la entrada de un viejo edificio; lo que ya no es tan frecuente es que sean varias las cruces, como vemos en los sillares de la puera de este molino. Hay más información sobre este molino en https://www.valledelnansa.org/pdi/el-molinuco-de-sobrelape%C3%B1a


  Aguas abajo de la confluencia, en una vivienda de fin de semana, una piedra de molino  decora la entrada. Los vecinos de Quintanilla recuerdan que había aquí un molino importante. Hay más información (aunque algo desactualizada) en https://www.valledelnansa.org/pdi/molino-del-llampu

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