Junto al viejo camino que por la margen izquierda sale de Cosío hacia el norte, y ya cerca de Rioseco, encontramos el lugar de Las Fuentes. Allí, al lado del camino pero completamente escondido entre la vegetación, se hallan los restos de un molino. Hubo antiguamente otro más, pero sus ruinas, si es que existen, ya no son reconocibles.
Proponemos este blog para divulgar el conocimiento de los molinos de Cantabria. Con lo que estamos aprendiendo sobre ellos. Y con los conocimientos de quienes entren en él, hagan comentarios y den noticia de molinos, ruinas, recuerdos... de un mundo hermoso que merece ser conocido. Es recomendable leer las entradas en orden, siguiendo el índice temático que encontrarás abriendo la pestaña justo aquí debajo.
viernes, 8 de noviembre de 2024
Los molinos del Nansa, 4. Hacia Puente Nansa
Del Molino de Las Fuentes queda poco más que el arco del cárcavo. Es de buena piedra de sillería, y ofrece una bella imagen entre la vegetación que le esconde. A pesar de estar junto al camino, tal vez no lo hubiéramos encontrado sin la ayuda de https://www.valledelnansa.org/pdi/el-molino-de-las-fuentes, que ofrece, además, una descripción de la apariencia que debió tener en tiempos. Sin embargo, es obligado señalar que la ubicación, que lo sitúa cerca de Cabrojo,es completamente errónea.
Al contrario que el de Las Fuentes, el molino de Rioseco se conserva admiráblemente, y nos parece un magnífico ejemplo de conciliación del uso actual y el respeto por el pasado. Lo vemos aquí (en el centro de la foto) con el edificio adosado que forma, junto con el molino propiamente dicho, el conjunto habitable.
Vemos aquí el aspecto del molino hacia mediados del siglo XX. El agua llegaba por una larga calcera, cuyo tramo final vemos en la parte derecha de la foto.
La antepara y el tramo final de la calcera, completamente revestidos de piedra, vistos desde el piso alto del molino,presentan este impresionante aspecto. El canal que vemos a la izquierda es el aliviadero.
La antepara, limitada por una reja, es apenas más ancha que la calcera. A la derecha puede verse parte del tramo final del aliviadero, que antiguamente vertía directamente al río y ahora lo hace a través de un tubo. A la derecha del molino propiamente dicho vemos el edificio que se le adosó para convertir el conjunto en vivienda.
En estas fotografías aéreas (de los años 80 del pasado siglo y de 2023) podemos ver, a la derecha, el río Nansa que fluye hacia el norte trazando una amplia curva; junto a su margen derecha, la carretera y parte de la localidad de Puente Nansa. Las casas que se ven en el ángulo superior izquierdo de cada foto pertenecen a Rioseco. El molino está hacia el centro de la parte superior de la foto, y son perfectamente visibles los muros de la antepara y del tramo final de la calcera. El tramo inicial, mucho más largo, discurre entre árboles. En la foto de 2023 se aprecian las construcciones añadidas: para vivienda, al este, y el porche, al oeste.
Ya no hay presa alguna, pero sí, cerca del inicio de la calcera, el lugar en que sin duda hubo una gran compuerta de madera.
Después de mover las piedras de moler, el agua salía del cárcavo por este arco, y volvía al río por este canal, también revestido de piedra. A la derecha, en primer término, hay una construcción auxiliar, y detrás puede verse el porche. A la izquierda, la construcción que se ha añadido para completar la vivienda.
La antigua sala de molienda es ahora el amplio y agradable salón de la vivienda. Las dos grandes ruedas centrales, con todos sus accesorios, se conservan como parte principal de la decoración. A ambos lados había otras dos ruedas más pequeñas, de las que se conservan las bajeras, que quedan al nivel del "suelo" del nivel alto del salón; puede verse una de ellas en la parte derecha de la fotografía. Los arneros han sido transformados en arcones. Todos los elementos eliminados para hacer vivible el salón han sido cuidadosamente almacenados en otro lugar. El piso alto del molino y la edificación añadida constituyen el resto de la vivienda.
La maquinaria y los accesorios del molino están cuidadosamente conservados. Solo hay una cabria, que servía a las dos grandes ruedas centrales.
Las dos ruedas más pequeñas no estaban servidas por cabrias. Esta antigua fotografía nos sugiere que quizá se levantaran con un polipasto de accionamiento manual.
La tolva, la canaleta y una curiosa cítola, en una de las muelas centrales.
La visita al molino de Rioseco nos ha permitido disfrutar de la amabilidad de sus dueños, y de la visión de este conjunto tan interesante y bien conservado. Puede encontrarse más información en https://www.valledelnansa.org/pdi/molino-de-rioseco.
Esta hermosa casa de La Cobertoria, en Puente Nansa, albergó antaño un molino. Hoy es un establecimiento hostelero. Las ruedas del molino, convertidas en mesas, pueden verse delante del edificio.
Hemos señalado con una flecha la casa del molino en las fotografías aéreas de hacia 1980 (a la izquierda) y 2023 (a la derecha). El río Nansa discurre formando una amplia curva desde el ángulo inferior derecho hacia la parte superior derecha. Puede verse también la carretera que, saliendo de Puente Nansa (a la derecha) se dirige a La Hermida. En la foto de la izquierda puede verse el tramo de la calcera más próximo al molino; el resto está escondido entre los árboles.
La calcera y el canal de salida han sido allanados, pero aún puede verse el arco del cárcavo.
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