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miércoles, 16 de octubre de 2024

Los molinos del Nansa, 3. El río Vendul.

   El río Vendul nace de la unión de varios arroyos en la vertiente norte de Peña Sagra, y es el primer afluente caudaloso que recibe el Nansa por su izquierda. Sus aguas movieron molinos en San Sebastián de Garabandal y , cerca ya de la confluencia, en Cosío.


  Los molinos de San Sebastián de Garabandal han dejado su huella en la toponimia: el Camino de los Molinos, y la Canal del Molino. Pero sus restos palpables, si es que aún existen, están sumidos entre zarzales.


  En diferentes lugares del pueblo, dos mesas están hechas con piedras que, según nos dicen, proceden de un molino que había abajo, en el río, y del que no quedan más restos. Son de conglomerado silíceo, sin desbastar.


  En Cosío encontramos, en primer lugar, el Molino de Lete, que es el edificio que puede verse a la izquierda, en la foto.


  En la pared encarada al río podemos ver, cegado, el gran arco del antiguo cárcavo.


  Y, aguas arriba, lo que queda de la presa. Hay más información sobre este Molino de Lete en https://www.valledelnansa.org/pdi/molinos-de-cos%C3%ADo


  Aguas abajo, a poca distancia del anterior, está el Molino de Doña Jacoba.


  Vemos aquí la calcera, que desemboca en una pequeña antepara, al pie del molino.


  Al fondo de la antepara, las dos troneras correspoden a las dos muelas, que se conservan en la antigua sala de molienda. Ésta se utiliza ahora como almacén.


  La presa aprovechaba un resalte de roca, sobre el que se construyó un murete de mampostería, cuyos restos podemos ver en la foto.


  Pero no siempre fue así. Podemos ver tallados en la roca los agujeros en que con toda seguridad se hincaban postes de una antigua presa de madera. Puede verse más información sobre el Molino de Doña Jacoba en https://www.valledelnansa.org/pdi/molinos-de-cos%C3%ADo


  Todavía en Cosío, pero no en el río Vendul sino ya en el Nansa, el agua movía los fuelles y el martinete de una antigua herrería. No es un molino, claro está, pero nos ha impresionado tanto que no nos resistimos a poner aquí aunque no sea más que un par de fotografías. Y, para más información https://www.valledelnansa.org/pdi/ferrer%C3%ADa-de-cos%C3%ADo



martes, 8 de octubre de 2024

Los molinos del Nansa, 2. Tudanca.

 

  Cuando el escalón de entrada a una casa es una vieja piedra de moler, el molino no puede estar lejos. Con mayor razón, si la casa está casi encima de la Canal de La Lastra.


  Esta fue, en efecto, la casa del molinero. La habitan sus parientes, que nos han confirmado que el molino, que estaba justo detrás de la casa, se desplomó hace tiempo.


  El molino de Santotís estaba junto a una curva cerrada del río Nansa. En la fotografía aérea de 1956-57 lo vemos aún en pie. Es claramente visible el camino de bajada desde el pueblo.

  Actualmente, del molino queda poco más que un par de esquinales de lo que fue una pequeña construcción de piedra seca.

  El cárcavo se abría a través de una pequeña boca adintelada con una viga que servía de apoyo al muro.


  Junto a lo que fue el molino se conservan dos piedras, sin desbastar; piedras de recambio que no llegaron a usarse. No están, en cambio, las piedras que estuvieron en uso; tal vez, recicladas en algún otro molino.


  La orilla próxima al molino está protegida por un muro de piedra seca, que se conserva intacto.


  Siguiendo el Nansa aguas abajo, cerca de Sarceda, encontramos la Vega del Molino; y, en ella, la ruina de un molino, oculta casi completamente por la vegetación.


  Esta es la Canal del Molinuco, en Sarceda, junto al antiguo camino de Santotís. Nos dicen que no había por ahí molino alguno, pero sí que existía a mediados del siglo XVIII, como atestigua el Catastro del Marqués de Ensenada. Los nombres geográficos, esa memoria colectiva más resistente que la suma de memorias individuales...

  Y los mapas. El topográfico de 1936 señala un molino en Rozadío, que no recuerdan en el pueblo, y del que no quedan señales...